Él es Ramiro Suruy Contreras, colaborador de Toledo con más de 40 años de experiencia que ha sido parte de la historia de la empresa desde el 1 de febrero de 1974.
Don Ramiro comenzó como lavador de canastas y con el transcurso del tiempo pasó por varios cargos: desde auxiliar de producción, auxiliar de despachos hasta encargado de nóminas de la empresa. Con esfuerzo y dedicación logró confianza de sus superiores y hoy es representante de la Asociación de Empleados Toledo (ASET).
Ha sido testigo del continuo desarrollo que Toledo ha tenido desde que se fundó en 1971, así como del repunte significativo que tuvo en el mercado en el año 1,998 cuando empezó a abrir la brecha como una marca líder, también la formación de la ASET y la creación de la planta en Amatitlán que serviría para el proceso de salchichas, misma que comenzó a funcionar en el año 2,000. Incluso vio cómo la empresa pasó de tener un máximo de 70 colaboradores a beneficiar a más de 1,500 familias de la región.
Bajo el lema "estoy convencido de que el esfuerzo que hago sirve para los demás”, don Ramiro asegura sentirse honrado de pertenecer a una empresa que además de brindar empleo a centenares de personas, sus directivos también velan por las comunidades en donde está presente, contribuyendo con programas de educación, jornadas médicas y desarrollo económico y social.
Razón por la que recuerda con mucho cariño una amistad que cosecha hace muchos años con el actual Presidente Corporativo de CMI, Juan José Gutiérrez, recordando desde los momentos en que se sentaban a comer y platicar hasta un partido de futbol que jugó junto a él.
“Quién iba a creer que iba a conocerlo, con él compartimos oficina, es mi amigo, con él hay un montón de anécdotas que a uno le queda y parte de lo que a uno lo va marcando”, Ramiro Suruy Contreras.
Actualmente está cerca de cumplir 44 años de trabajar para Toledo y asegura que su mayor motivación es pertenecer a una empresa que a lo largo de su vida le ha enseñado la importancia de los valores REIR.
“Si me preguntan cuál es mi mayor orgullo de pertenecer a la familia Toledo, es voltear a ver para atrás y ver que el esfuerzo que hicieron unos pocos, sirve hoy por hoy para que tengan trabajo un montón de familias. Yo creo que eso es uno de los mayores orgullos que puede tener uno. Poder decir yo pertenecí a eso, yo fui parte de ese esfuerzo para que esto creciera”, Ramiro Suruy Contreras, actual encargado de la ASET-Toledo.
Conoce esta inspiradora historia de toda una vida de perseverancia y esfuerzo: